"El Cielo es de color oro" (Narración)

EL CIELO ES DE COLOR ORO

(Esta narración está basada en un sueño que tuve
la noche del lunes 26 de agosto del 2013).

“El nombre del primero es Pisón; este es el que
rodea toda la tierra de Ávila, donde hay oro
y el oro de aquella tierra es bueno’
(Génesis 2: 11 y 12 p.p.)

 

En tierras rojizas y brillantes
El Urim y Tomín fueron encontrados
junto con las planchas de oro.

Por: Gerardo Rehuel Sánchez

SUD. Barrio de North Miami Beach, Florida. EE.UU.
www.perumagiayencanto.com

Agosto 29 del 2013

“EL CIELO ES DE COLOR ORO”

Son aproximadamente las 12 del día y estoy saliendo de mi iglesia, camino en dirección a mi carro para dirigirme a casa, cuando de repente aparece un amigo, lo llamaremos Andrade, me invita a subir a su elegante carro, ¡Sube!, me dijo, “Es que tenemos que ir a dar una bendición de salud a una persona”.

Bueno, antes que nada debo contarles que varias veces fui a visitar la ciudadela, Machu Picchu, en el Cuzco, Perú, la belleza de sus caminos y paisajes es muy emocionante, son inmensas montañas, o cerros de inigualable tamaño y valor, su color, en mi mente eran de color tierra obscuro, casi rojizo, y muy brillante como un hermoso sol dorado, brizas frescas y aroma a campo abierto de toda clase de plantas , flores y de frutas es indescriptible lo hermoso del lugar, gente buena y trabajadora, llamas, alpacas y obejas, una de Las cosas que más fascinan es la altura, Machu Picchu (del idioma quechua sureño machu pikchu, “Montaña vieja” es el nombre que se le da a un pueblo antiguo andino incaico, construida a mediados del siglo XV en la vertiente oriental de la Cordillera Central, al sur del Perú y a 2, 490 metros de altura sobre el nivel del mar (altitud de su plaza principal). Como decía, en relación a la altura de estas montañas, desde arriba, usted puede ver hacia abajo, y debajo vera el cielo, las nubes blancas parecen un hermoso espejismo cuando usted los mira desde arriba hacia abajo, también da algo de miedo y muchas veces la altura altera la presión, da dolor de cabeza, mareo, vómitos, fiebre, etc. no siempre, pero muchas veces ocurre, entonces, les ponen oxigeno a las personas afectadas, les dan de beber té o infusión de coca, a este mal se le llama soroche. Lamentablemente, yo soy una de las personas que se afectan por esta altura y casi siempre, el primer día en el Cuzco no lo disfruto y quedo mal, en cama durante todo el día, mientras que las otras personas visitan esta ciudad incaica.

Pero bueno, volviendo a mi relato, de pronto me vi sentado en el carro de Andrade, en dirección desconocida para mi, pensé que iríamos a alguna casa cerca de la ciudad, pero no fue así, el carro se fue deslizando poco a poco hasta perderse de vista, por supuesto, con nosotros dentro, me inquietó lo largo del camino, fueron horas o días de viaje, pero no lo sentí, todo fue en minutos, de pronto, el carro llegó a los pies de muchas enormes montañas cobrizas y comenzó a subir poco a poco por una de ellas, el color rojizo de los cerros brillaba como si fueran el sol desde donde sale la luz y alumbra todo alrededor.

Yo comencé a inquietarme por la altura y le pregunte a mi amigo: ¿A dónde vamos?, la altura me puede afectar, me dijiste que solo iríamos a dar una bendición a una persona, pero no me dijiste a quien.

Calma, me dijo, ten paciencia, ya falta poco para llegar, esta vez a la persona que bendeciremos será a ti, no entendí en ese momento lo que él me quería decir, pero yo comencé a sentirme algo mareado por la altura, entonces le dije, ¡para ya!, me siento mal, tendremos que llegar a algún lado donde haya un hospital o alguien que me atienda. El sol de los cerros seguía alumbrando los paisajes, brillaba hermoso.

Después de subir un poco más, llegamos a un pueblito de gente buena y humilde, vivían en chosas.

Andrade detuvo su carro en la casa de un humilde arriero campesino el cual vivía con su esposa, una amable señora indígena. Yo sentía un breve calor en el corazón que me hacia estar algo mareado, nos invitaron a pasar, la señora. Muy amable me enseño su casa, tenían gallinas y otras aves de corral y animales domésticos, nos dieron de comer y de beber, luego la señora me invito a dormir, “duerma un rato”, me dijo, “Para que descanse, ya verá que cuando despierte todo el malestar se le abra pasado”.

Y así fue, me desperté bien de salud, pero, qué raro, no había nadie allí, yo estaba solo, me preocupe y busque a mi amigo y a todas las personas, no había nadie, hasta que por fin llego la señora, la cual, al verme preocupado había viajado hasta allí, para tranquilizarme.

¿Dónde están todos?, le pregunté, ¿Dónde está mi amigo, donde está su esposo? Y donde toda la gente?, este lindo lugar, de pronto se convirtió en casi un desierto, pero no sentí miedo, mas bien, el lugar me daba paz y tranquilidad, ‘ERA COMO ESTAR EN EL CIELO” , pero yo estaba preocupado.

Ella, amorosa y conmovida me dijo, ¿calma, todo está bien!, mira, allá a la distancia, mas alto que este cerro brilloso está otro cerro más alto y mas brilloso aun, al cual tu todavía no puedes llegar, te falta más preparación para poder subir y encontrarte con ellos.

 

Jesucristo en Machu Picchu

Cuando levante mi mirada, a lo lejos, atreves de estos cerros brillosos, vi en la distancia, los pude reconocer eran mi amigo y mi Maestro Jesús, dándole instrucciones y documentos a mi amigo de lo que él tendría que hacer en la tierra, todo esto ocurrió sobre la montaña más alta del mundo, que en mi mente no era otra que la ciudadela de Machu Picchu, entonces supe que me tenía que preparar mas en todo sentido de la palabra para poder llegar a la altura del “Altísimo Cerro”. Entonces comprendí que el “Cielo con todo su brillo es de color Oro”.

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