sábado, 5 de diciembre de 2015

Sumo Sacerdote

Sumo Sacerdote

                                                          Ordenación al Sumo Sacerdocio


 

SUD.  www.mormonorg.com
 
El sacerdocio es el poder y la autoridad eterna de Dios. John Taylor, tercer Presidente de la Iglesia, dijo que “el poder que se manifiesta por el sacerdocio es simplemente el poder de Dios.” (El Reino del Evangelio por el Sr. G. Homer Durham). El élder Bruce R. McConkie, en su libro Doctrina del Evangelio, afirmó que “el sacerdocio es el poder de Dios delegado al hombre por el cual el hombre puede actuar en la tierra para la salvación de la familia humana.” La Doctrina y Convenios está repleta de escrituras que explican cómo el poder del sacerdocio es el poder de Dios.

Pero los sumos sacerdotes también somos seres comunes y corrientes, tratamos de ser santos y ayudar al prójimo, además somos muy sociables, el viernes 04 de diciembre del 2015, el Quórum de Sumos Sacerdotes del barrio de North Miami Beach, Florida, nos reunimos en un acto de confraternidad, junto a nuestra familia, fue en el hogar de la familia Hugo y Norma Barrientos, comimos, charlamos, hicimos chistes, en fin, fueron momentos muy agradables, sobre todo, porque allí también se sentía la presencia de Nuestro Salvador Jesucristo.
A continuación, unas fotos y luego seguimos hablando de nuestra responsabilidad como Sacerdotes del Evangelio de Jesús:








Oramos al Señor por la reunión y por los alimentos, luego, todo fué muy divertido. Gracias Dios.

                                EL OFICIO DEL SACERDOCIO

Un oficio del Sacerdocio de Melquisedec. Los sumos sacerdotes tienen el derecho de oficiar en la Iglesia. Se ordena al oficio de sumo sacerdote a los presidentes de estaca, los presidentes de misión, los miembros del sumo consejo, los obispos y sus consejeros y a otros líderes de la Iglesia.

A medida que aprendemos nuestras responsabilidades en el sacerdocio y las cumplimos, bendecimos la vida de otros porque somos representantes del Salvador. Él nos ha dado Su sacerdocio para que, al cumplir con nuestros deberes, podamos ayudar a quienes servimos en su progreso hacia la vida eterna. Esto se aplica, particularmente, a quienes poseemos el Sacerdocio de Melquisedec, porque dicho sacerdocio tiene “las llaves de todas las bendiciones espirituales de la iglesia” (D. y C. 107:18). Quienes hemos recibido el Sacerdocio de Melquisedec, hemos sido ordenados al oficio de élder o de sumo sacerdote dentro de este sacerdocio; cada uno de estos oficios cuenta con deberes especiales, pero muchas de las responsabilidades son las mismas.
                Las responsabilidades del Sacerdocio de Melquisedec

Al ser fieles a nuestras responsabilidades como poseedores del Sacerdocio de Aarón nos preparamos para recibir el Sacerdocio de Melquisedec. Cuando se acerca el momento de nuestra ordenación al Sacerdocio de Melquisedec, somos entrevistados por la autoridad correspondiente. 

                                          Conversión personal

Debemos estar personalmente convertidos al Evangelio de Jesucristo y estar profundamente comprometidos a vivir sus principios.

                                         Relaciones familiares

Debemos enseñar a los miembros de nuestra familia los principios del Evangelio y guiarlos en todas sus responsabilidades, de modo que sean amorosos y comprensivos.

                            Historia familiar y obra en el templo

Debemos vivir dignos de tener una recomendación para el templo, obtener las bendiciones del templo para nosotros mismos y para nuestra familia, hallar los nombres de nuestros antepasados y llevar a cabo las ordenanzas del templo por ellos. Debemos tornar “el corazón de los padres a los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres”, manteniendo registros familiares (tales como diarios personales, registros de grupo familiar e historias familiares), intercambiando datos genealógicos con nuestros familiares y manteniéndonos en contacto con ellos (véase D. y C. 128:17–18).

A continuación se detallan las responsabilidades del Sacerdocio de Melquisedec:
Conversión personal

Debemos estar personalmente convertidos al Evangelio de Jesucristo y estar profundamente comprometidos a vivir sus principios.

                                           Relaciones familiares

Debemos enseñar a los miembros de nuestra familia los principios del Evangelio y guiarlos en todas sus responsabilidades, de modo que sean amorosos y comprensivos.

                                Historia familiar y obra en el templo

Debemos vivir dignos de tener una recomendación para el templo, obtener las bendiciones del templo para nosotros mismos y para nuestra familia, hallar los nombres de nuestros antepasados y llevar a cabo las ordenanzas del templo por ellos. Debemos tornar “el corazón de los padres a los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres”, manteniendo registros familiares (tales como diarios personales, registros de grupo familiar e historias familiares), intercambiando datos genealógicos con nuestros familiares y manteniéndonos en contacto con ellos (véase D. y C. 128:17–18).

                 Las responsabilidades del Sacerdocio de Melquisedec

Al ser fieles a nuestras responsabilidades como poseedores del Sacerdocio de Aarón nos preparamos para recibir el Sacerdocio de Melquisedec. Cuando se acerca el momento de nuestra ordenación al Sacerdocio de Melquisedec, somos entrevistados por la autoridad correspondiente. Un poseedor del Sacerdocio Aarónico relató lo que pensó y sintió tras su entrevista para ser avanzado al Sacerdocio de Melquisedec.

                                            Orientación familiar

Debemos comprender todas las responsabilidades que tenemos como maestros orientadores y diligentemente “velar… por los [que hemos sido llamados a servir], y estar con ellos y fortalecerlos” (D. y C. 20:53).

                 La participación y servicio en el quórum y en la Iglesia

Debemos servir diligentemente en nuestros llamamientos de la Iglesia, llevar a cabo otros deberes de la Iglesia y del quórum, y participar en las reuniones y actividades apropiadas de la Iglesia, con lo cual edificamos el Reino de Dios.
Participación y servicio en la comunidad

Debemos honrar, obedecer y sostener la ley, ser ciudadanos leales, buenos vecinos y mejorar la comunidad en la que vivimos (tomado de Annual Guidelines 1978–1979, “The Melchizedek Priesthood”, pág. 1).

Muestre la ayuda visual 9-b, “El Sacerdocio de Melquisedec bendice la vida espiritual de los demás”.
¿ Tiene Ud. preguntas?

Puede encontrarlas en www.mormonorg.com 
O puede  escribirme a: hermanomormon@yahoo.com
Atte. Dios los bendiga.
Gerardo Rehuel Sánchez.

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1 comentario:

  1. mi querido hno deseo una guia temporal suya por su experiencia y conocimiento espiritual se que el señor nos guia en todo momento por su llamamiento de sumo soy el hno toala se que con su ayuda y la del señor podre guiar a mis hnos/as del barrio elvira estaca fortin esperare su repuesta bendiciones hno.

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